León - San Martín del Camino

Recuerdo el día como uno de los más raros de todo el camino. Fue una etapa muchísimo más relajada que la del día anterior, ya que el día anterior anduvimos 51 km en un solo día, y el tiempo se porto con nosotros, ya que estuvo nublado y la temperatura fue muy agradable. 

Comenzamos el día a las 6:30, y para mi sorpresa, estaba fresco como una lechuga. Nos preparamos y a las 7:00 partimos hacía nuestro siguiente destino... San Martín del Camino. La verdad es que el principio de la etapa resulto ser un tanto aburrida, ya que tuvimos que cruzar las afueras de León, donde se encontraban los polígonos industriales, bloques de edificios... Desayunamos en un bar que pasaba por el camino, cuya temática era de bar americano de los ochentas, con muebles y baldosas de colores azules y blancos, rock clásico, toca discos, cafeteras gigantes... Había una gran variedad de desayunos, y el servicio fue muy amable con nosotros. 

Después del contundente y económico desayuno, continuamos nuestro trayecto, y a los pocos metros hemos encontrado una iglesia, que tenía una fachada llena de estatuas que parecían alienígenas. Un tanto siniestra a decir verdad. 

Poco a poco el paisaje dejaba de ser tan árido, con sus hectáreas de trigales, arboles secos, calor insoportable... Y pasaba a ser más verde, con ríos caudalosos, bosques, clima más fresco... Lo cual se gradecía. 

Sobre las 13:00, hemos llegado a San Martín del Camino, un pequeño pueblo por donde pasaba el camino. Sinceramente, considero que merece la pena avanzar un poco más hasta "Hospital de Órbigo", donde hay mucha más animación y comercio, además de ser mil veces más bonito. 

Nos alojamos en el albergue municipal del pueblo, el cual costaba 5€ y está bastante bien. Además tenía una cena comunal con el resto de peregrinos y un desayuno a donativo, lo cual era todo un plus. 

Como ya he comentado anteriormente, hoy fue un día muy raro. Una vez nos asignaron las literas, fuimos a ducharnos. Mientras me duchaba, escuché a alguien gritar de una manera un poco loca, como si tuviera pedrada... Poco a poco los gritos iban aumentando, y cada vez sonaban más cerca, hasta que llegaron a las duchas. Sonaba como si Mickey Mouse estuviera pasando un muy mal día. De repente dejo de gritar y empezó a decir, "¡¡Papa!! Dame dinero, que me quiero ir al puti JAJAJAJA". Fue algo muy turbio, pero resulta que era un peregrino que iba con sus amigos y le gustaba hacerse el loco de vez en cuando.

Después pasó algo aun más loco. A lo largo del camino, conocimos a un italiano con el que compartimos muchas anécdotas, y que cocinaba muy bien. Ese día nos preparó una pasta a la carbonara que estaba de muerte, y de la cual nos dio su receta. Mientras degustábamos el plato, un señor apareció en la cocina y empezó a hablar con nosotros. Fue una conversación un tanto incomoda, ya que nos hacía preguntas sin sentido, y era muy soso. De repente recogió nuestros platos, cubiertos... y los empezó a fregar. Nosotros le dijimos que no lo hiciera, ya que lo íbamos a hacer en un rato, pero pasó de nosotros y lo fregó todo. Para agradecerle el gesto, le ofrecimos la pasta que nos sobró, la cual aceptó sin ningún tipo de reparo... Y se hizo una sopa con ella. Lo habéis leído bien, lleno de agua el plato y se la tomó a cucharadas. Nuestro amigo italiano se iba a pegar un tiro viendo el pecado que estaba cometiendo, pero se contuvo. 





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